Hace un par de domingos atrás, compartí un devocional enfocado en la relación de amistad que pasamos a tener con Dios cuando le abrimos el corazón y decidimos seguirlo. Como ya sabemos, el resultado de esa decisión es hermoso: Nuestra vida cambia para bien y Dios nos empieza a bendecir en cada área, incluyendo, entre tantas otras, el área de la amistad. Fíjense lo hermoso que es: La amistad con Dios nos trae como bendición amistades que nos acercan a Él, y a la vez, estas amistades nos ayudan a fortalecer nuestra amistad con Dios. Es un proceso maravilloso, y es de esto que quiero hablar el día de hoy.
Bueno, lo primero que debemos recordar es que JESÚS ES EL MEJOR AMIGO que podamos tener y nunca va a haber alguien como Él. Él es incomparable, y el más amoroso, pues dio su vida por nosotros. “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” San Juan 15:13. Él es el amigo fiel que nunca nos va a fallar y en quien podemos confiar ciegamente. “Él permanece fiel” 2 Timoteo 2:13. “Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor” 1 Corintios 1:9. Y lo mejor de todo es que no hace falta hacer rituales ni cosas raras para poder tener una amistad con Jesús, claro que no. Podemos acercarnos a Él a través de la oración. Orar es hablar con Él, así como hablamos con nuestros padres, hermanos o amigos. Jesús ama escucharnos, ama que le contemos lo que nos sucede, ama que lo busquemos y ama ayudarnos. ÉL ES EL AMIGO PERFECTO.
Sin embargo, hay algo que debemos saber: Tener a Jesús como nuestro MEJOR AMIGO es la mayor bendición que Dios nos pudo dar, pero también son bendición de Dios para nuestras vidas LAS AMISTADES QUE NOS ACERCAN MÁS A JESÚS, AQUELLAS QUE NOS IMPULSAN A SEGUIRLO MÁS Y MÁS CADA DÍA.
Otra cosa que debemos saber es que hay una gran diferencia entre las buenas amistades (con esto me refiero a buenos amigos que no son cristianos) y las amistades que nos acercan más a Dios (con esto me refiero a amistades que DE VERDAD son cristianas). Las amistades que nos acercan más a Dios siempre son buenas pero no todas las buenas amistades nos acercan más a Dios. ¿A qué me refiero con esto? A que un “buen” amigo que no es cristiano puede darnos un “buen consejo” basado en su opinión de lo que es “bueno”, pero debemos tener cuidado porque no siempre esos consejos van a ir acorde a la palabra de Dios. En cambio, podemos tener la certeza de que, el consejo de un amigo que está buscando a Dios cada día, sí va a ser un consejo acorde a la palabra de Dios.
Esto no quiere decir que debemos desechar y rechazar las “buenas amistades” por no ser cristianas, claro que no. Al contrario, debemos invitarlos a que conozcan a Jesús, predicarles el Evangelio, orar por ellos para que Dios toque sus corazones y algún día ellos puedan recibir a Jesús en sus vidas. Pero si no quieren, tampoco debemos obligarlos, Dios es prudente y no obliga a nadie a seguirlo, por eso nosotros tampoco debemos obligarlos a que sigan a Jesús. En estos casos, lo que debemos hacer es simplemente tener cuidado, mantener la buena relación, pero tener cuidado a la hora de escuchar sus consejos u opiniones (porque a pesar de que les hayamos predicado, si no siguen a Jesús, es lógico que sus opiniones no estén basadas en la palabra de Dios). Debemos pedir mucha sabiduría a Dios para no dejarnos influenciar por las amistades NO CRISTIANAS, que como dije antes, pueden ser BUENAS, buenas personas que nos deseen el bien, pero al no estar conectados con Dios hay muchas posibilidades de que nos den un consejo que, si nos estamos esforzando por seguir a Dios, no nos sea útil.
En cambio, sí debemos retener y escuchar los consejos de aquellos que sí tienen el mismo objetivo que nosotros: seguir y obedecer a Dios. Estas son las amistades que reflejan el carácter de Cristo. Amistades cuyos consejos nos guían por el camino de Dios en vez de apartarnos del mismo. Amigos que nos impulsan a conocer más a Dios, alabarlo, servirlo y amarlo más y más. Aquellos que nos hacen bien y nos ayudan a crecer espiritualmente. Son aquellas personas que siempre están dispuestas a escucharnos, ayudarnos en lo que necesitamos, celebrar nuestras victorias, reír con nosotros, llorar con nosotros, orar por y con nosotros, y hasta regañarnos si es necesario. Son aquellas amistades que no nos juzgan, condenan, ni hacen daño, sino que nos impulsan a mejorar cada día. Aquellas que son honestas y sinceras siempre, aquellas que no nos dicen lo que queremos oír sino lo que NECESITAMOS OÍR, siempre para el bien de nuestra alma, cuerpo, mente y corazón; pues al tener a Jesús en el corazón sabemos que nunca nos van a mentir sino que siempre nos hablarán con LA VERDAD.
Pero lo ideal no es solo TENER sino también SER ese tipo de amigos. Muchas veces me pasó de tener que decirle a algún amigo o amiga algo que no le gustó, pero fue por su bien, para que no se alejara de Dios, y también me pasó al revés, tuve amigos que me tuvieron que decir cosas que no me gustaron en el momento, pero que eran para mi bien, y al pasar el tiempo, me di cuenta de que realmente el consejo de ellos me había llevado a acercarme más a Dios. Tener un amigo que te acerque a Dios es una bendición y serlo también lo es.
¡SEAMOS Y TENGAMOS ESE TIPO DE AMIGOS!
Aún así, hay algo que debemos recordar y es que estas amistades cristianas siguen a JESÚS pero no son JESÚS. Es decir, tanto ellos como nosotros seguimos siendo personas imperfectas que pueden fallar en algún momento. Somos personas que constantemente estamos aprendiendo a ser un poquito más como Jesús. Por eso es que, ya sea que fallemos o que nos fallen, Jesús nos enseña a PERDONAR. Porque de eso se trata la verdadera amistad, de aprender a perdonarnos si hubo algún malentendido, de aclarar las cosas, de recordar que ninguno es perfecto y de ser amigos fieles a pesar de todo, así como Jesús es nuestro amigo fiel a pesar de todas las veces que le fallamos.
ESO ES LO MÁS LINDO DE TENER AMISTADES CRISTIANAS: Estar en la misma sintonía, buscando a Dios, creciendo juntos, orando los unos por los otros, amándonos fraternalmente y animándonos los unos a los otros a ser cada día más como CRISTO. "En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia" Proverbio 17:17.
Por eso te invito a que si tienes amistades así, no las descuides, cuídalas mucho porque son tan valiosas que no tienen precio 💕
Y si aún no has encontrado ese tipo de amistades, búscalas y vas a hallarlas, pídeselas a Dios y Él las hará llegar a tu vida.
¡DIOS TE BENDIGA INMENSAMENTE!