miércoles, 12 de agosto de 2020

¿QUÉ RIQUEZAS ESTAMOS PIDIENDO?


Es normal que una de las primeras cosas que el ser humano le pida a Dios tenga que ver con riquezas materiales (auto, casa, trabajo, etc). Por supuesto que pedirle esto no tiene nada de malo, debido a que necesitamos de estas riquezas materiales para subsistir en esta tierra, y Dios lo sabe. Lo que Dios siempre nos recuerda es que no nos afanemos (preocupemos) por lo que habremos de comer, beber o vestir, sino que confiemos en que Él nos va a proveer. “No os afanéis, pues, diciendo: ¿qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? (…) vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” San Mateo 6:31-32. Él se encargará de aparejarnos trabajo; con respecto a esto, muchas veces Dios ya nos abre la puerta sin que toquemos (es decir, nos hace llegar el trabajo sin que lo busquemos) y otras veces, nosotros debemos tocar la puerta y Dios la abre (es decir, nosotros debemos buscar trabajo y Dios lo aparejará). Por supuesto que lo que nos tocará hacer luego es trabajar, que de hecho es don de Dios, como dice Eclesiastés 5:19: “A todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte y goce de su trabajo, esto es don de Dios”.


Sin embargo, NO es el trabajo aquello que debemos buscar PRIMERO, para luego de conseguirlo “estar tranquilos” y poder al fin buscar a Dios, sino BUSCAR PRIMERAMENTE el reino de Dios y su justicia, y luego de haber hecho esto, obtendremos por añadidura las provisiones de Dios como el trabajo, la vestimenta, el sustento diario y cuántas bendiciones más. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” San Mateo 6:33.


El problema es que muchas veces, nos preocupamos más por las riquezas materiales que por las riquezas espirituales. Es decir, Dios en su misericordia nos provee la riqueza material, pero nos conformamos con eso como si no hubiera más cosas por pedir, y como si no tuviéramos un Dios que nos pueda dar más; pues vaya que sí tenemos un Dios que nos puede dar más y vaya que sí hay muchas cosas más por pedir: RIQUEZAS ESPIRITUALES, tales como: la paciencia, la templanza, el amor, el gozo, la paz, la fe, la bondad, la mansedumbre, la benignidad (que a decir de paso, son los frutos del Espíritu de Dios en nosotros – Gálatas 5:22), la sabiduría, la inteligencia, el discernimiento, la revelación, la fuerza, el dominio propio, la valentía, la madurez espiritual y cuántas riquezas más que están ocultas y que Dios ANHELA enseñarnos. “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Jeremías 33:3.


Como dice Colosenses 3:2, lo que Dios en realidad quiere es que pongamos la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra, y tal como dice Mateo 6:19, que en vez de preocuparnos por hacer tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen y donde ladrones minan y hurtan, mejor nos preocupemos por hacer tesoros en el cielo, donde no hay polillas, orín, ni ladrones que destruyan nuestros tesoros.


Así que, las riquezas materiales son necesarias para subsistir en este mundo, pero no lo son todo, ni duran para siempre (Proverbios 27:24). Por lo tanto lo que Dios quiere es que “si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas” Salmo 62:10. “¿Has de poner la mirada en las riquezas, siendo ningunas?” Proverbios 23:5. Además, como dice San Mateo 6:24, no podemos servir a Dios y a las riquezas, o es una opción o es la otra. Por lo tanto, nos conviene tomar el consejo de 1 Timoteo 6:17 “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos”.


Así que, Dios no tiene problema con que disfrutemos las riquezas materiales, siempre y cuando nuestro corazón no las esté sirviendo a ellas, sino a Dios, quien aparte de tener poder para hacernos ricos materialmente, lo tiene para hacernos ricos espiritualmente, que de hecho es lo más importante y es aquello en lo que nos debemos enfocar, "llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios" Colosenses 1:9-10, “hasta alcanzar todas las riquezas del pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” Colosenses 2: 2-3.


Dios te ama y además de prosperarte, quiere enseñarte, ¿estás dispuesto a aprender?

domingo, 9 de agosto de 2020

¿QUÉ ES ORAR?

                             

Para comenzar, es bueno entender que desde el momento en que recibimos a Jesús como nuestro Salvador y Señor, no pasamos a formar parte de una religión, sino que pasamos a tener una relación con Él; y la oración empieza a ser parte de esa relación, convirtiéndose finalmente en nuestro estilo de vida. Orar es hablar con Dios, así como hablamos con cualquiera de nuestros amigos o familiares. La oración es como un TELÉFONO AL CIELO, es ese medio de comunicación con Dios, mediante el cual podemos contarle todo lo que nos pasa, lo que no nos pasa, lo que nos entristece, lo que nos alegra, podemos pedirle ayuda, hacerle una pregunta, o simplemente agradecerle por algo, entre tantas cosas. Cualquier persona puede hablar con Dios desde cualquier lugar, porque Dios está en todos lados (es omnipresente, lo cual significa "presente en todo lugar") y nos escucha a todos. "Orarás a Él y Él te oirá" Job 22:27. "Tú oyes la oración, a ti vendrá toda carne" Salmo 65:2. Ya sabemos entonces que Dios nos oye, pero para tener realmente un encuentro con Él, debemos buscarlo de TODO CORAZÓN y solo así lo hallaremos. "Oraréis a mí y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" Jeremías 29: 12-13.

¿POR QUÉ ORAMOS?

Principalmente:

-Oramos para agradecer. "Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias" Colosenses 4:2.

-Oramos por nuestras peticiones. "Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego" Filipenses 4:6.

-Oramos cuando estamos afligidos. "¿Está alguno de vosotros afligido? Haga oración" Santiago 5:13.

-Oramos cuando hay enfermedad. "¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por Él (...)" Santiago 5:14.

¡Entre otras cosas!

¿CÓMO SE ORA?

-Espiritualmente:

  • CON FE: "Pero pida con fe, no dudando nada" Santiago 1:6. "Todo lo que pidiereis orando, CREED que lo recibiréis y os vendrá" San Marcos 11:24.
  • PERDONANDO: "Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas" San Marcos 11:25.

-Físicamente:
  • El ponerse de rodillas es una buena forma de hacerlo, ya que es símbolo de reverencia, humildad y respeto. "Y puestos de rodillas (...) oramos" Hechos 21:5. "Pedro se puso de rodillas y oró" Hechos 9:40.
  • Lo ideal sería orar a solas en nuestra habitación: "Cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público" San Mateo 6:6.
SIN EMBARGO...

Si sentimos de orar en el colectivo, en la escuela, en el trabajo, en la universidad, en el auto, o en cualquier otro lugar en donde no podamos arrodillarnos, por supuesto que podemos hacerlo, Dios nos escucha igual, Él siempre nos oye, y más si lo buscamos de todo corazón. Además, siempre y cuando se pueda, lo recomendable es orar en voz alta, pero si el entorno no ayudara, claro que podemos orar en voz baja o en la mente.

-Al fin y al cabo, lo importante es hacer la oración de corazón y con fe en que Dios nos escucha-

¿POR QUIÉNES DEBEMOS ORAR?

"Orad unos por otros" Santiago 5:16. Todos necesitamos de Dios, así que es bueno orar por TODOS: padres, hermanos, tíos, primos, abuelos, hijos, amigos, hermanos y siervos de la iglesia, compañeros de trabajo, de estudio, etc.

Pero también es bueno orar incluso por los que nos hacen daño o no nos caen tan bien, porque al igual que nosotros, ¡ellos también necesitan de Dios! "Orad por los que os ultrajan y os persiguen" San Mateo 5:44.

¿QUÉ DEBO DECIR EN MI ORACIÓN?

Por supuesto que cada uno debe orar y hablar con Dios de la manera que más le guste, ya que es algo personal. Pero aquí les dejo un ejemplo de cómo podrían realizar su oración (claro que no es el único ejemplo):

1- AGRADECER

"Dad gracias en todo" 1 Tesalonicenses 5:18.

Podemos empezar agradeciendo a Dios por muchas cosas, por ejemplo: un día más de vida, el perdón de nuestros pecados, la salvación del alma y la vida eterna, la salud, la familia, el pan de cada día, el trabajo, el acceso a la educación, la vestimenta, alguna petición ya contestada, ¡y cuántas cosas más!

2- PEDIR

"Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" San Lucas 11:9

Cosas que podemos pedir a Dios: Salud, protección, fe, perseverancia, fuerza, prosperidad, trabajo, una pareja, dones, avivamiento, sanidad del alma, confirmación sobre algo, señales, también pedir por los que aún no lo conocen, por los apartados, por nosotros sus hijos, ¡entre tantas otras cosas!

3- VOLUNTAD DE DIOS

"Y esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye" 1 Juan 5:14.

Es importante, antes de terminar nuestra oración, pedirle a Dios que se haga su voluntad y no la nuestra. Tenemos que entender que sus planes no son como los nuestros, sino mejores, y que a veces Dios destruye nuestros planes antes de que estos nos destruyan a nosotros. Dios siempre tiene lo mejor para nosotros.

4- "EN EL NOMBRE DE JESÚS"

Sea como fuere que oremos, lo que sí es importante es terminar nuestra oración diciendo "En el nombre de Jesús, amén", porque sólo por Él tenemos acceso al Padre. "Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: JESUCRISTO" 1 Timoteo 2:5.

Además porque:

  • "Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará" San Juan 16:23.
  • "Hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él" Colosenses 3:17.
  • Todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados POR SU NOMBRE" Hechos 10:43.
  • "No hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" Hechos 4:12
¿CUÁNTAS VECES DEBO ORAR EN EL DÍA?

Mientras más veces podamos orar, mejor; pero lo ideal sería orar como mínimo 3 veces por día: a la mañana, a la tarde y a la noche. Y la oración puede durar el tiempo que nosotros deseemos; mientras más dure, mejor. Sin embargo, es importante recordar que la oración que llega a Dios no es la más larga, sino la que realmente es hecha de CORAZÓN.

Así que, a modo de conclusión:

- Es bueno orar ya que mediante la oración agradecemos a Dios por todo y también podemos pedir por nuestras necesidades y las de los demás.
-Al momento de orar, es fundamental orar CON FE y PERDONANDO a quien debamos perdonar.
-Es muy importante pedir que siempre se haga la voluntad de Dios y no la nuestra.
-No olvidarnos de cerrar nuestra oración entregándola al Padre ¡EN EL NOMBRE DE JESÚS!

RECUERDA: DIOS TE AMA Y ANHELA OÍR TU VOZ, ¿Qué esperas para hablarle? 💖