“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” Proverbios 4:23.
A lo largo de mi vida, escuché muchas veces este proverbio, pero nunca había llegado a comprender el mensaje tan importante que nos deja. Yo me preguntaba, ¿qué significa que del corazón mane la vida?, ¿de qué hay que guardarlo?, ¿y cómo se guarda?
Hasta que Dios, a través de diferentes personas, me fue enseñando poco a poco lo que todo esto significaba, y hoy quiero compartirlo con ustedes.
¿QUÉ SIGNIFICA QUE DEL CORAZÓN MANE LA VIDA?
Para empezar, el verbo “manar” quiere decir “nacer, brotar, fluir”; por lo tanto, la última frase quiere decir que dependiendo del tipo de corazón que tengamos, va a nacer, brotar o fluir un tipo de vida. De hecho si lo pensamos bien, es pura lógica: de un corazón sin Dios, claramente va a brotar una vida alejada de Dios y con un vacío en el alma, pero de un corazón que tiene a Dios, va a brotar una vida llena de su paz y de sus bendiciones.
¿DE QUÉ HAY QUE GUARDAR EL CORAZÓN?
De todas las cosas malas que salen de él y nos contaminan. Cuando
Adán y Eva pecaron, ese pecado se fue pasando de generación en generación, por
eso todos los seres humanos ya nacemos con una naturaleza pecaminosa, es decir,
con un corazón que tiende fácilmente a pecar y a hacer todo lo que no agrada a
Dios. Es por esto que Jesús enseñó que lo que contamina al ser humano y lo
aleja de su relación con Dios son justamente todas las cosas malas que salen de
su corazón. “Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los
malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades,
el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la
insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y
contaminan al hombre” San Marcos 7:21-23. Y aquí está la respuesta, si estamos
buscando realmente agradar a Dios, no debemos darle lugar a estas maldades ni
permitir que crezcan en nuestro corazón. Pero, ¿cómo?
¿CÓMO SE GUARDA EL CORAZÓN?
¿Cómo guardamos el corazón y evitamos que todas las maldades antes
mencionadas crezcan en él? Y he aquí nuestra respuesta: JESÚS. La única forma
en que podemos guardar nuestro corazón de todas las cosas malas, es DEJANDO
ENTRAR A JESÚS EN ÉL, para que Él empiece a LIMPIAR, PURIFICAR Y ORDENAR todo
el caos que hay dentro. Mientras más espacio ocupe Jesús en nuestro corazón, menos lugar
tendrán todas estas maldades. Mientras más aprendamos a ser como Jesús, menos
lugar le daremos al pecado. Mientras más nos llenemos de su Santo Espíritu, más
frutos de su Santo Espíritu daremos (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza - Gálatas 5:22-23). Pero depende de nosotros dejarlo
entrar para que Él pueda trabajar en nuestros corazones, pues Él es tan
prudente y respetuoso que no entra a la fuerza; solo entra si le abrimos la
puerta.
La única forma de
vencer la maldad y el pecado que moran en nuestro corazón, es dejando morar en
él al ÚNICO que VENCIÓ a la maldad y al pecado: JESÚS, HIJO DE DIOS, quien
murió crucificado y resucitó EN GLORIA al tercer día, y está ahora sentado a la
diestra del Padre.
Por eso hoy quiero invitarte a que si Jesús
ya entró en tu corazón, le sigas dando lugar, lo busques cada vez más y
permitas que Él crezca cada día más en ti; y si Jesús todavía no mora en tu
corazón, te invito a abrirle la puerta y a dejarlo sanar tu corazón; jamás te
arrepentirás, pues vivir una vida con JESÚS en el corazón es lo mejor que nos
puede pasar.
Espero que ÉL te guarde y su paz te acompañe en todo momento.