TESTIMONIO 15
¡Así es! ¡Así como lo leen!
Hace literalmente una semana y dos días que a mi papá le agarró un dolor muy fuerte y punzante en la espalda y también en la zona abdominal. Lo llevamos urgente al médico y lo internaron por varias horas, le dieron calmantes, hasta que le pudieron hacer una ecografía para ver qué tenía. Resulta que tenía un CÁLCULO RENAL DE DOS CENTÍMETROS DE LARGO EN EL RIÑÓN IZQUIERDO.
En ese momento, le dieron algunas recomendaciones y le dijeron que saque turno para hacer otro estudio, para recién ahí saber si iba a tener que pasar por cirugía o tratamiento.
A pesar de la preocupación, sabíamos que Dios tenía el control y obviamente llevamos todo a la oración; pero ni tiempo tuvimos de contárselo a todos, solo a algunos familiares más cercanos.
GRANDE FUE LA SORPRESA cuando, EN EL DÍA DE AYER, le dieron a mi papá el resultado del segundo estudio: ¡NO HABÍA ABSOLUTAMENTE NINGÚN RASTRO DE CÁLCULO EN SU RIÑÓN!
¡HABÍA PASADO APENAS UNA SEMANA!
¡Ni tiempo hubo de empezar un tratamiento intensivo!
¡DIOS MISMO DESINTEGRÓ EL CÁLCULO, Y QUÉ RÁPIDO QUE LO HIZO!
Nosotros pensábamos que iba a ser una prueba larga por la que teníamos que pasar, pero los pensamientos de Dios eran otros: ¡ÉL EN SU AMOR Y MISERICORDIA MOSTRÓ SU PODER, SANANDO A MI PAPÁ RÁPIDAMENTE Y NO DEJANDO RASTROS DEL CÁLCULO!
¡GLORIA A DIOS! EL DIOS AL QUE SIRVO UNA VEZ MÁS NOS DEMUESTRA A MI Y A MI FAMILIA QUE NOS AMA, QUE ESTÁ CON NOSOTROS SIEMPRE Y QUE ÉL TIENE EL CONTROL DE ABSOLUTAMENTE TODO LO QUE NOS PASA.
¡QUE ESTE TESTIMONIO LES SEA DE BENDICIÓN Y LOS FORTALEZCA MÁS EN SU FE, ASÍ COMO HA FORTALECIDO LA NUESTRA!
Gracias por leer. ¡Abrazo para todos!