domingo, 8 de noviembre de 2020

¡LA VOLUNTAD DE DIOS SIEMPRE ES MEJOR!


Según la definición del diccionario, "VOLUNTAD" es aquella "intención, disposición, consentimiento o deseo de hacer o no alguna cosa". Por eso se hace referencia cuando se habla de la "voluntad de Dios" a "lo que Dios quiere", y cuando se habla de "nuestra voluntad" a "lo que nosotros queremos".


Bueno, sucede que, cuando le entregamos nuestra vida a Dios y pasamos a ser sus hijos, todo cambia para bien y comenzamos a aprender. ¿Aprender qué? Bueno, aprender a DEPENDER DE DIOS Y QUERER SU VOLUNTAD EN VEZ DE LA NUESTRA. Es increíble cómo a medida que conocemos más a Dios, más nos damos cuenta de cuánto lo necesitamos y de cuán beneficiosa es su voluntad para nosotros, y es hermoso ver cómo Dios nos va enseñando día a día, con amor y paciencia, sobre cómo vivir una vida agradable ante sus ojos, y conforme a SU VOLUNTAD.
 
Solo que a veces, como humanos que somos, nos equivocamos; pensamos que hacer tal cosa va a ser bueno para nosotros y resulta que no, que eso no es la voluntad, el deseo ni la intención de Dios para nuestras vidas.
Por ejemplo, muchas veces, simplemente por un impulso, tomamos decisiones apresuradas basadas en nuestra opinión de lo que queremos sin antes consultarle a Dios si es lo que Él también quiere, y finalmente nos termina saliendo todo mal por habernos apresurado y haber tomado esas decisiones erróneas basadas en nuestra voluntad en vez de la de Dios. (Lo peor de todo es que, algunas veces, hasta llegamos a culpar a Dios por las cosas malas que nos suceden, cuando en realidad estas son la consecuencia de nuestras malas obras y de no consultarle a Dios cuál es su voluntad para nuestras vidas). En otras ocasiones, nos sucede que le pedimos algo a Dios y quizás decimos de la boca para afuera “que se haga tu voluntad”, pero en el fondo queremos que Dios nos dé exactamente lo que pedimos porque si no lo hace, creemos que no vamos a poder vivir o que no puede haber otra cosa mejor que la que pedimos. Este es un error muy común en el que como seres imperfectos varias veces caemos.
 
Sin embargo, no está todo perdido, hay una buena noticia: AÚN DIOS NOS SIGUE AMANDO Y AÚN ANHELA ENSEÑARNOS CUÁL ES SU VOLUNTAD para nuestras vidas. Pero la clave está en que nosotros aprendamos a pedir bien y en que aceptemos su voluntad sin enojarnos con Él. A veces lo que Dios nos de va a coincidir con lo que queremos, pero no siempre, y eso es lo que debemos entender: que si Él no nos da lo que queremos, no es porque Él sea malo y no quiera que seamos felices sino porque, como Él es soberano y ve mucho más allá que nosotros, nos está guardando de algo que nos puede dañar y que no nos va a ser de bendición. Por eso es que podemos pedirle lo que queremos, claro que sí, pero a la vez debemos pedirle de corazón que no se haga nuestra voluntad sino la suya, “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” 1 Juan 5:14, y saber que finalmente Él nos va a dar lo que REALMENTE NECESITAMOS y que eso siempre será BUENO y será LO MEJOR, porque “la bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” Proverbios 10:22.


Dios nunca nos va a dar algo que nos vaya a dañar
💕 Él nos ama tanto que para nosotros solo tiene LO MEJOR. 
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal” Jeremías 29:11.
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” Romanos 8:28.


Ahora, una vez que entendimos que la voluntad de Dios es la mejor y queremos que cada paso que demos en este suelo de tierra esté guiado por su voluntad, la pregunta es, ¿CÓMO SABER CUÁL ES LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NUESTRAS VIDAS? ¿Cómo saber si Dios quiere que haga tal cosa o no? ¿Cómo saber cuando algo es de Dios y cuándo no?
Bueno, podremos saber esto cuando nos preguntemos si realmente eso que queremos hacer honra o no a Dios. ¿Y cómo sabremos si algo honra o no a Dios? Bueno, yo encerraría todo en 3 pasos: 1) leyendo y conociendo la Palabra de Dios, 2)orando y 3) pidiendo guía, sabiduría y revelación. 


1- Palabra de Dios: Mientras más leamos la Biblia, más aprenderemos sobre cómo debemos conducirnos en este suelo de tierra como hijos de Dios, por eso se dice que la Biblia es el manual de vida todo cristiano
2- Oración: Mientras más hablemos con Dios, más fuerte se hará nuestra relación con Él y más seguros y respaldados nos sentiremos a la hora de tomar una decisión.
3- Guía, sabiduría y revelación: DIOS AMA que sus hijos le pidamos esto. De hecho en Santiago 1:5 dice “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Mientras más sabiduría Dios nos de, menos vamos a fallarle, (y si fallamos, no nos vamos a alejar sino que vamos a ser lo suficientemente maduros como para acercarnos a Dios, reconocer nuestro error y seguir buscando su presencia, sin importar qué). Porque eso anhela Dios como el BUEN PADRE que es, que a pesar de todo le obedezcamos y le sigamos, pues Él sabe que estamos aprendiendo y anhela hacernos MEJORES HIJOS cada día.
 
Así que, sean las decisiones que sean (sobre trabajo, estudio, familia, amistades, una carrera, un viaje, una casa, un auto, una pareja, un negocio, una inversión, etc.) que debamos tomar, si le damos lugar a Dios, Él a su tiempo nos va a revelar cuál sea su voluntad, la cual es BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA (Romanos 12:2).
 
Que nuestro anhelo cada mañana sea decirle a Dios: 
“Enséñame a hacer tu voluntad porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra de rectitud” Salmo 143:10.
“El hacer tu voluntad, oh Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón” Salmo 40:8.


Y que nuestro deseo por que se cumpla su voluntad en nosotros sea tan profundo que finalmente podamos exclamar: “¡SEÑOR, LO QUE TÚ QUIERAS, DONDE TÚ QUIERAS, CUANDO TÚ QUIERAS, COMO TÚ QUIERAS Y CON QUIEN TÚ QUIERAS!”, como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios (Efesios 6:6).


Dios los bendiga inmensamente.

No hay comentarios: