domingo, 18 de octubre de 2020

"TODO CAMBIA CUANDO DE VERDAD SOMOS AGRADECIDOS"

INVITADA ESPECIAL: Antonella Camps

¡Hola a todos! Soy Anto y hoy quiero compartirles algo que he estado reflexionando últimamente sobre la gratitud y espero que así como fue de bendición para mí, también lo sea para ustedes 💛

Según la Real Academia Española, GRATITUD se refiere al sentimiento de estima y reconocimiento que una persona tiene hacia otra persona que le ha hecho un favor o le presta un servicio, por el cual desea corresponderle. En otras palabras, lo podríamos definir como aquel sentimiento que se despierta en nosotros  tras reconocer y valorar  un acto de ayuda que alguien hizo por nosotros.

Actualmente, les comento, soy enfermera de terapia. Como es de suponerse, es un ambiente muy intensivo, que requiere de precisión, esfuerzo y excelencia, pero así también tiene su recompensa. Quizás al leer esto pensamos que esa recompensa puede estar relacionada a lo monetario, pero no. Hay una recompensa mayor que el dinero.
Lo que muchas veces oí, lo pude vivenciar. La mejor paga y recompensa es una pequeña y poderosa palabra por parte de un paciente.

En estos días tenía un paciente que estaba en asistencia ventilatoria mecánica, es decir, que estaba conectado a una máquina que lo ayudaba a respirar. Esta persona estaba sedada, en estado de coma, sin saber yo que aunque estaba en ese estado, igual me podía oír. Yo lo hablaba, lo asistía y le daba palabras de aliento, quería hacerle saber que yo estaba ahí para su pronta recuperación. Con el paso de los días cuando voy a hacerle los controles rutinarios, observo que ya tenía apertura ocular (es decir, sus ojos abiertos) y que respondía a órdenes simples, por lo que intenté comunicarme con él. Sin embargo, era muy difícil, imagínense que él aún continuaba sujeto a la máquina para respirar mejor. Pero se nos ocurrió una idea mejor, ¡poder comunicarnos a través de un papel!

Casi como un niño de 3 años le costaba escribir ya que había perdido fuerza en sus músculos, pero aun así, tomándose su tiempo logró escribir una palabra tan pero tan poderosa que, de solo pensarlo se me hace un nudo en la garganta, y fue... 




GRACIAS… una sola palabra que acarrea tanto. Detrás de ello había una conexión entre mi paciente y yo, aquella empatía que nos unió, ese cuidado especial que tratamos de, como profesionales, siempre dar. 
Quizás al pensarlo considero que no hago más que simplemente mi trabajo, pero esas gracias tan genuinas fueron mi devolución, mi paga, mi recompensa 💕

Al meditar en la Palaba de Dios recordé aquel escenario en donde María Magdalena recibió ese favor, ese acto de ayuda por parte del Señor cuando muchos la querían condenar, mas Jesús la liberó (este pasaje se encuentra en Juan 8:1-11 por si lo quieren leer). Lo que me hace pensar es que cuando se hace presente una gratitud genuina, nada es igual, existe un antes y después. 

Continuando con este pasaje bíblico, en devoción de gratitud, ese “quiebre” que hubo en su vida a ella la marcó para no seguir siendo la misma, su vida cambió. Pienso que ella en actitud de corresponder a ese favor que Jesús le había hecho, decidió obedecerle y encaminar su vida tras los pasos de Él, ya que la misma había sido salvada y liberada por Jesús.

Por último una de las cosas que quisiera destacar es que ella fue la primera en ver a Jesús resucitado, y en querer abrazarlo (demostración de afecto). En ese momento no pudo porque Jesús aún estaba en Espíritu, pero Él en ese momento le pide un favor (Marcos 20:15). Parafraseando, le dijo que vaya y anuncie a todos las Buenas Nuevas de que Él había resucitado… ella inmediatamente fue y obedeció. 

Creo fehacientemente que esta actitud es la consecuencia de la verdadera gratitud que ella sentía hacia Jesús por lo que Él había hecho en su vida y cuán poderoso es este sentimiento. Todo puede cambiar cuando de verdad somos agradecidos, quizás no dimensionamos el poder que tiene esto pero los animo a que lo pongan en práctica, y primeramente con nuestro Señor, quien nos dio el mayor de los favores, el más inmerecido, el de dar a su Hijo para que pague por nuestros pecados. ¡Vaya, qué gran favor! Y es por ello que le llamamos GRACIA. Nuestro primer y mayor acto de gratitud debe ser hacia Él, nuestra vida entera debe estar rendida a Él, porque todo lo que somos es por Él.

Cuando entendamos realmente lo que Él hizo por nosotros y sintamos esta gratitud genuina desde lo más profundo de nuestro ser, solo ahí comprenderemos que nada somos sin Él. ¡Y cuán importante es estar atento, reconocer su voz como lo hizo María y corresponderle en obediencia y agradecimiento,  proclamando las Buenas Nuevas de Salvación! Lo cual también es el mayor anhelo de Jesús y el mayor favor que Él nos pide: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” Marcos 16:15.

¡Dios los bendiga grandemente!

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