miércoles, 28 de octubre de 2020

¡DIOS SANÓ A MI PAPÁ DE LA VISTA!

¡TESTIMONIO 7!




Hace aproximadamente unos 25 años atrás, mi papá tenía que usar lentes permanentemente porque tenía astigmatismo. Él no podía estar ni 2 minutos sin los lentes porque su cabeza automáticamente le empezaba a doler, y mucho.


Un día domingo, fue a la iglesia como todos los domingos; sin saber que este iba a ser un domingo diferente. Ese día el culto estuvo realmente hermoso, y fue de mucha bendición para los que habían ido. Había sido un culto muy especial. Luego de que el culto terminó, todos volvieron a sus casas.


Esa noche cuando mi papá llegaba a su casa, debía bajarse del auto para abrir el portón, pero esta vez se había olvidado que unos minutos antes se había sacado los lentes y que los tenía en el bolsillo de su camisa, lo cual significaba que si se agachaba, se le caían y se le rompían. Y, efectivamente, cuando se agachó para abrir el portón, se le cayeron los lentes y se le rompió el cristal del ojo derecho, como se puede ver en la foto. 


Pero mi papá se sentía tan bendecido después de haber tenido esa reunión tan hermosa que ni se preocupó por los lentes, simplemente los alzó y los guardó, sin tampoco preocuparse por cuándo los habría de arreglar. 


Al día siguiente se levantó para ir a trabajar y estaba tan feliz recordando el culto del domingo que se olvidó los lentes, y anduvo todo el día SIN DOLOR DE CABEZA ALGUNO. Imaginen qué bien se sentía que ni cuenta se había dado de que no tenía los lentes puestos. Cuando se dio cuenta, el día ya casi terminaba. Y para la gloria de Dios, ese día no le hicieron falta los lentes, y al otro día ya no los usó, tampoco le hacían falta, por lo tanto TAMPOCO hizo falta que los arreglara. ¡DIOS DEFINITIVAMENTE LO HABÍA SANADO ESE DOMINGO A LA NOCHE. DIOS SE HABÍA LLEVADO TODO EL ASTIGMATISMO! Desde ese entonces, nunca más mi papá volvió a usar lentes hasta el día de hoy. Y todavía guarda los lentes, como prueba de aquel día tan especial en el que Dios una vez más le mostró su PODER. ¡DIOS ES GRANDE!


Testimonio de Gustavo Daniel Medina, 50 años - Córdoba, Argentina.

(Redactado por Elisa Abigail Medina)

domingo, 25 de octubre de 2020

¡EL CABALLO SE ALISTA PARA LA BATALLA, PERO DIOS ES QUIEN DA LA VICTORIA!


"El caballo se alista para el día de la batalla; mas Jehová es el que da la victoria" Proverbios 21:31. Recuerdo que amé este proverbio desde el primer momento en que lo leí. El mensaje que nos deja es muy hermoso y especial.


Este proverbio nos enseña que, al momento de batallar contra un problema o una mala situación, no alcanza con nuestras propias fuerzas, porque por más fuertes que nos creamos, en realidad somos débiles. La verdadera victoria es la que Dios da cuando le abrimos el corazón y dejamos que nos ayude en medio de nuestras angustias y luchas. 


¿A cuántos alguna vez nos habrá pasado y, quizás aún nos pasa, que creemos que estamos completamente solos en este mundo? Y por creer que estamos solos, también creemos que tenemos que batallar solos, con nuestras propias fuerzas, y sentimos esa presión de que si no podemos con nuestras propias fuerzas, entonces no vamos a poder ganar la batalla. Cuando en realidad, Dios está ANHELANDO y ESPERANDO que nos demos cuenta de que ÉL QUIERE ACOMPAÑARNOS, que depositemos TODA nuestra confianza en Él y que lo dejemos a Él pelear POR NOSOTROS.


"porque de Jehová es la batalla" 1 Samuel 17:47.

"Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos" Éxodo 14:14.


Quizás hoy tú te encuentras en medio de una batalla. Quizás estás batallando contra la ansiedad, la depresión, pensamientos malos, contra alguna enfermedad en tu cuerpo, contra alguna tentación que sabes que debes vencer, contra algún miedo en particular, contra la inseguridad, el temor, la duda o la indecisión, entre tantas otras cosas contra las que puedes estar batallando. Yo no lo sé, pero Dios sí lo sabe. Y si ese es tu caso, lo primero que quiero decirte es que NO ERES EL ÚNICO, pues aunque no todos batallamos contra lo mismo, todos siempre batallamos contra algo. Pero también quiero decirte que NO ESTÁS SOLO. Dios está contigo y quiere ayudarte a que ganes esa batalla contra todo aquello que te está haciendo daño. 

Dios quiere que deposites toda tu confianza en Él, y que si te sientes débil, sepas que Él te hace fuerte.

Porque "Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán" Isaías 40: 29-31. 


Ya no luches solo y dale lugar a Dios. Deja que Él te acompañe, que entre en medio de tu batalla y haga lo que solo Él sabe hacer: GANAR BATALLAS.

Cuando hagamos eso, entonces veremos el poder de Dios y podremos decir con seguridad lo que el Rey David decía: 

"Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra" Salmo 144:1.

"Porque ¿Quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de poder, y quien hace perfecto mi camino; Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas; Quien adiestra mis manos para la batalla" Salmo 18: 31-34.


💖Busquemos a Dios un poquito más cada día: leamos la Biblia, oremos, cantemos alabanzas; y mientras más lugar le demos a Dios, menos lugar le daremos a todo aquello que nos quiera dañar.

Y recordemos que para obtener la VERDADERA VICTORIA en medio de nuestras batallas, lo más importante de todo es NUESTRA FE EN DIOS, "porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, NUESTRA FE" 1 Juan 5:4.


¡DIOS TE BENDIGA INMENSAMENTE!