domingo, 16 de agosto de 2020

"YA NO PUEDO VOLVER A MI NIÑEZ"


Honestamente, hoy no tenía pensado hacer un devocional sobre esto, pero como vi que hoy se festeja el día del niño, pensé: ¿qué nos enseña la Biblia sobre la niñez? Les comparto lo que aprendí:


Me gustaría empezar con una frase muy conocida que leí hace unos días, que dice: “Tanto apuro por crecer para luego darte cuenta de que la infancia es lo más bonito de la vida”. Creo que todos hemos pensado eso aunque sea una vez en la vida, y es en ese momento que aprendimos a valorar la niñez. Es allí que recordamos cuando éramos felices con tan poco, amables con todo el mundo, buenos, puros, sanos, inocentes, sensibles, alegres, risueños, divertidos, simples, sencillos, humildes, a veces tímidos, a veces extrovertidos, pero siempre con un corazón limpio.


Solo que con el pasar del tiempo, fuimos creciendo y dejando un poco de lado esa felicidad, esa simpleza, esa sencillez. Comenzamos a preocuparnos por lo que tenemos, lo que no tenemos, lo que somos, lo que no somos, lo que piensan de nosotros, lo que no piensan de nosotros, y comenzamos a complicarnos la vida por cosas que ni pensábamos cuando éramos niños, y hasta llegamos a creer que todo eso se acabó y que nunca más podremos volver a ser así. “Ya no puedo volver a mi niñez”, seguro todos hemos pensado eso alguna vez.


Bueno, es obvio que FÍSICAMENTE no podemos volver a ser niños, pues eso sería imposible. Sin embargo, no está todo perdido, hay algo en lo que sí podemos volver a ser como niños y es en nuestra forma de ver la vida y tratar a los demás. Nunca es tarde para eso, y de hecho es lo que Jesús enseña y anhela de nosotros. Veamos la enseñanza que dejó:


“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos

San Mateo 18:1-5.


Aquí lo que Jesús enseña es que no solo SE PUEDE sino que SE DEBE VOLVER A SER COMO NIÑOS (humildes, mansos, buenos, sanos, sencillos, puros, limpios de corazón, etc) para poder justamente entrar a su reino; pues obviamente en el reino de los cielos no hay lugar para la maldad, el pecado, la avaricia, la envidia, la vanidad, la arrogancia, entre tantas otras cosas malas. 


Sin embargo, sobre la base de lo que Jesús enseñó, también hay una enseñanza muy importante que nos dejó el apóstol Pablo (siempre guiado por Dios) sobre algo en lo que NO debemos ser como niños. Él dijo: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar” 1 corintios 14:20.


Esto significa que al momento de hacer algo malo, lo mejor es evitarlo, y que actuemos siempre con madurez: es decir, que pensemos antes de hablar, que respetemos al que opina diferente, que aprendamos a controlar nuestros impulsos, que sepamos cuándo callar y cuándo hablar, que hagamos a un lado el orgullo, que reconozcamos nuestros errores y fallas cuando haya que hacerlo y que busquemos siempre la sabiduría, pero que sobre todo entendamos que Jesús es el mejor ejemplo por seguir, que estemos dispuestos a aprender todo lo que Él enseña, todo lo que tiene que ver con su palabra, y que nos esforcemos cada día por ser un poquito más como ÉL. ¡Qué difícil! Claro, ni Jesús ni Pablo dijeron que sería fácil, pero no hay duda de que a todo esto lo podemos hacer en Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:13) y que sentiremos una paz inexplicable cuando podamos lograrlo.


Así que, para concluir: NO SOLO PODEMOS SINO QUE DEBEMOS VOLVER A SER COMO NIÑOS 💗


¡SEAMOS COMO NIÑOS, SEAMOS FELICES, SEAMOS COMO JESÚS!


1 comentario:

Beel Bravo Nassif dijo...

Ser como niños, totalmente dependientes de Papá. ��❤