domingo, 28 de febrero de 2021

¿DE QUÉ NOS ESTAMOS ALIMENTANDO? (PARTE 1)

En los devocionales anteriores veníamos hablando sobre la importancia de GUARDAR el corazón, es decir, de dejar que Jesús more en él y lo vaya limpiando de todo pecado y de todas aquellas cosas malas que no agradan a Dios y que nos hacen alejar de Él.

Bueno, hoy vamos a hablar de algunas acciones específicas que, si las ponemos por obra, nos pueden ayudar a mantener nuestro corazón puro, limpio y sano una vez que Jesús comienza la obra en nosotros. Porque claro, una vez que le abrimos el corazón a Jesús, Él comienza a sanar las heridas de nuestro corazón y comienza a limpiarlo, pero nosotros también debemos poner de nuestra parte y cuidar esa LIMPIEZA que Jesús va haciendo en nuestros corazones.

Hoy me voy a enfocar en dos acciones, y en la parte 2 de este devocional (el cual publicaré el domingo que viene), me enfocaré en 2 acciones más.


1- CUIDAR LO QUE VEMOS:

Con el avance de la tecnología, el mundo está en una etapa en la que absolutamente TODOS, (y de TODAS las edades), estamos expuestos a TODO TIPO DE CONTENIDO (tanto bueno como malo), en TODO tiempo (las 24 horas del día).

A diferencia de años anteriores, hoy en día, las principales fuentes de consumo son redes sociales, mayor cantidad de películas, más variedad de música, más programas de televisión, más cantidad de novelas, más variedad de libros, más cantidad de videojuegos y muchas cosas más. Y por supuesto, dentro de todo esto hay mucho contenido útil, necesario y bueno, tanto para la vida cotidiana como para la vida espiritual; pero NO TODO es completamente bueno, NO TODO va a bendecir y edificar nuestras vidas, NO TODO agrada a Dios, y NO TODO va a ayudarnos a estar más cerca de Él. Los hijos de Dios debemos tener mucho cuidado con el TIPO DE CONTENIDO QUE CONSUMIMOS, porque si bien hay cosas muy buenas, también hay cosas muy malas, que desagradan a Dios, de las cuales hay que GUARDAR NUESTRO CORAZÓN.

Veamos algunos ejemplos:

- PELÍCULAS: existen muchas películas que tienen mensajes hermosos, hasta películas cristianas, que edifican y bendicen nuestras vidas, pero no todas son así. Por ejemplo, las películas de terror. Justamente lo que menos hacen esas películas es aportar algo bueno a nuestras vidas; de hecho, todo lo contrario, nos llenan de miedo, sustos, y nos hacen pasar un mal rato, no solo al verlas sino también luego de verlas, pues andamos con miedo a la oscuridad y nos cuesta mucho reconciliar el sueño, y si logramos dormir, soñamos con esas cosas feas que vimos en la película. Y no solo eso, sino que también hasta podemos llegar a experimentar otras cosas horribles como consecuencia de haberle dado lugar a ese tipo de películas. Seamos cuidadosos con el tipo de películas que vemos porque NO TODO es bueno para nuestro corazón.

- REDES SOCIALES: Las redes tienen su buen contenido, pero también hay cosas que, para los que queremos agradar a Dios, no son del todo buenas. Fuera del ámbito familiar y amistoso, las cuentas que seguimos son un reflejo de lo que hay en nuestro corazón. Hay que tener sabiduría para elegir lo que consumimos. A veces seguimos páginas o cuentas que con sus publicaciones, ideas y frases, dañan nuestra mente, y nos llevan a pensar cosas que no van acorde a la palabra de Dios, o nos confunden, y si no estamos firmes en la verdad de Dios, con sus mentiras y engaños nos llevan a alejarnos de Él. Así como también otras veces seguimos cuentas de personas cuyas vidas nos incitan a pecar, y a hacer cosas que no agradan a Dios. Seamos cuidadosos porque lo que consumimos se transforma en nuestra realidad, aquella que controla nuestras vidas. Si queremos agradar a Dios, no tenemos que dejar que estas cosas malas controlen nuestras vidas. No sigamos cuentas que solo nos hagan daño, que alimenten los malos deseos de nuestro corazón y que nos lleven a alejarnos de Dios. Sigamos cuentas que glorifiquen a Dios, y que nos animen a estar cada vez más y más cerca de Él. Hagamos limpieza de redes, revisemos a quién seguimos, y si esa persona o cuenta no nos edifica, ni nos enseña o aporta algo que agrade a Dios, entonces dejemos de seguirla. Debemos preguntarnos: ¿por qué estoy siguiendo estas cuentas? ¿Me están aportando algo bueno? Aclaración: esto no quiere decir que no podamos seguir cuentas relacionadas con nuestra profesión, trabajo, salud, economía, entretenimiento favorito u otros intereses, por supuesto que podemos seguir esas cuentas, pero siempre y cuando no influyan en nuestra relación con Dios y no compartan contenido desagradable ante sus ojos.

Todo esto por un lado, sin embargo, por el otro, el problema no son siempre las cuentas que seguimos, sino también (y muchas veces) la maldad de nuestro corazón; por ejemplo, a veces sucede que seguimos cuentas de amistades o personas conocidas, a las cuales vemos prosperar y aunque no siempre lo admitamos ni demostremos, terminamos sintiendo envidia o celos, lo cual no es para nada bueno ni agradable a Dios. O a veces vemos que la persona que nos cae mal está teniendo éxito en el amor, en sus estudios y en su trabajo, y en el fondo le deseamos lo peor simplemente porque nos cae mal, cuando en realidad Dios nos manda a amar y perdonar y no a juzgar ni condenar. Las redes están plagadas de cosas malas, pero también nosotros debemos reconocer que tenemos maldad en nuestro corazón y que es por esto que necesitamos que constantemente Jesús nos limpie y nos enseñe a ser cada día más como Él.

Muchas personas creen que los únicos pecados son robar y matar, y que mientras no robemos ni matemos somos unos santos, cuando en realidad estamos llenos de pecados hasta en las cosas más mínimas, y de ahí nuestra TREMENDA NECESIDAD DE UN SALVADOR (JESÚS) QUE NOS ENSEÑE DÍA TRAS DÍA A ALEJARNOS MÁS Y MÁS DEL PECADO Y ACERCARNOS MÁS Y MÁS A DIOS, y TODO ESTO para nuestro BIENESTAR GENERAL, es decir, el BIEN de nuestro corazón, alma, cuerpo, y espíritu.


2- CUIDAR LO QUE OÍMOS:

Veamos algunos ejemplos:

- MÚSICA: existen un montón de canciones que hablan de cosas obscenas y vulgares, así como también canciones que hablan de tristeza, depresión, desesperanza, infidelidad, desamor, muerte, decepción, (este tipo de canciones siempre existieron, pero hoy es más fácil acceder a ellas) y cuántas cosas más que NO bendicen nuestras vidas, sino que nos llenan de temor, dudas e inseguridad; a la vez que mientras más les damos lugar, más corrompen nuestra fe y de manera muy sutil, (es decir, poco a poco), en vez de acercarnos a Dios, nos van alejando completamente de Él. Tengamos cuidado con el tipo de música que escuchamos, porque NO TODO agrada a Dios; si realmente queremos estar más cerca de Dios, entonces tratemos de evitar esa música y tratemos de escuchar más alabanzas, canciones que hablen de Dios, de sus obras, de su amor, de su poder, de su sacrificio; y eso nos llenará de su PAZ, de ESPERANZA, y hasta aumentará nuestra FE en Dios.

- NOTICIAS: Es necesario mantenernos informados sobre lo que sucede en el mundo, pues estamos en este mundo y no por ser cristianos vamos a vivir encerrados en una burbuja. Claro que no. Pero debemos tener cuidado sobre las cosas que escuchamos, y también la FRECUENCIA con la que las escuchamos. Si en el noticiero ya dieron la información que necesitábamos escuchar sobre la economía, el dólar, el comienzo de clases o lo que sea que necesitábamos saber, y luego empiezan a notificar sobre muertes y robos, lo apaguemos. No nos alimentemos de eso, veamos lo JUSTO y NECESARIO. No aflijamos nuestro corazón alimentándolo de TODO lo malo que ocurre en este mundo a causa de la maldad y desobediencia del ser humano. Mejor nos alimentemos de las buenas noticias, es decir, DEL EVANGELIO y de LA PALABRA DE DIOS. Informémonos de todo lo necesario para vivir en este mundo, pero no nos olvidemos de informarnos sobre lo necesario para CUIDAR NUESTRO CORAZÓN Y NUESTRA RELACIÓN CON DIOS. Escuchemos testimonios de las obras de Dios, escuchemos prédicas, alabanzas, cánticos celestiales, y todo aquello que nos ayude a MANTENER LA LIMPIEZA QUE JESÚS HACE EN NUESTROS CORAZONES.

- VOCES NEGATIVAS: Creo que todos conocemos a alguna persona en nuestro círculo amistoso, familiar o de trabajo, que es negativa y pesimista; y que en lugar de ayudarnos a tener más fe en Dios, nos deprime y nos hace perder la fe y la esperanza. Y esto no solo pasa con personas que no creen en Dios, sino que incluso hay gente cristiana que, a pesar de creer en Dios, es pesimista y negativa. En primer lugar, tratemos de NO SER ese tipo de personas; en segundo lugar, NO NOS DEJEMOS INFLUIR por los comentarios pesimistas y negativos de esas personas, y en tercer lugar, OREMOS por esas personas, para que Dios las bendiga, transforme sus corazones y les conceda gracia y fe para que puedan darse cuenta de que Dios es un Dios de VICTORIA, SALVACIÓN, TRIUNFO, GOZO, ALEGRÍA, PROSPERIDAD Y PAZ, y que los hijos de Dios somos llamados a PONER LOS OJOS EN JESÚS y no en los problemas. Debemos ser cuidadosos con las personas a las que oímos y a las que prestamos atención. Procuremos que sean personas que con sus palabras nos edifiquen, nos inspiren a ser más como Jesús, y nos sean de bendición y fortaleza.

 

Tal como dice 1 Corintios 10:23: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. Lo que el apóstol quiso decir con este versículo es que los hijos de Dios “podemos” (es decir, tenemos la libertad de decisión) de hacer cualquier cosa que deseemos, pero si queremos agradar a Dios, debemos saber que NO TODO lo que “podamos” hacer en este mundo NOS CONVIENE; y ante los ojos de Dios, no todo lo que “PODEMOS” hacer es lo que “DEBEMOS”. 

Si queremos que Dios nos limpie cada día más, no basta solo con querer, Dios va a hacer su parte pero nosotros también debemos esforzarnos: debemos tratar de NO CONTAMINARNOS con aquellas cosas que no agradan a Dios. Y esto no significa que, por ser cristianos, vamos a encerrarnos en nuestra habitación y no vamos a salir ni a la esquina con tal de no contaminarnos con el mundo. Eso es irse a los extremos y todos los extremos son malos; sino que DEBEMOS PEDIRLE SABIDURÍA A DIOS PARA QUE ÉL NOS GUÍE Y NOS ENSEÑE A CONDUCIRNOS EN ESTE MUNDO COMO LO HIZO JESÚS. ÉL ES NUESTRO MAYOR EJEMPLO DE PUREZA, LIMPIEZA Y SANTIDAD. SIGAMOS SU EJEMPLO: Él se juntaba con pecadores, pero NO PECABA; Él habitaba en un mundo lleno de maldad y pecado, pero NO SE CONTAMINABA; Él habitaba en un mundo lleno de malas influencias pero NO SE DEJABA INFLUIR, sino que ÉL INFLUÍA E IMPACTABA A TODOS CON SU LUZ, AMOR Y PERDÓN. Bueno, así también nosotros, que hemos creído en Jesús y lo tenemos en nuestro corazón, estamos en este mundo lleno de maldad y pecado, pero no debemos contaminarnos, sino REFLEJAR LA LUZ DE JESÚS para que el mundo LO VEA en nuestra forma de ser y de vivir, y así se entreguen a Él y sus almas sean salvas.

Si oramos a Dios, hablamos con Él y le decimos de todo corazón que queremos agradarle, Él nos va a escuchar con oídos bien atentos, y al ver nuestra disposición, Él feliz y contento va a guiarnos con todo gusto y placer por el camino correcto y agradable ante sus ojos, y la PAZ DE DIOS nos va a llenar y nos daremos cuenta de que no hay nada más hermoso que VIVIR PARA DIOS 💛

Que nuestro mayor anhelo siempre sea AGRADARLE. Bendiciones.

No hay comentarios: