domingo, 12 de septiembre de 2021

"NO PUEDO ESTAR QUIETA"

(Antes de comenzar con la reflexión, quiero aclarar que esto va primeramente para mí, pues debo ser la primera en reconocer que lucho constantemente con este error, pero Dios en su amor continúa trabajando en mí y enseñándome día a día, y también anhelo que lo haga con ustedes).


Desafortunadamente, vivimos en un mundo super acelerado que nos lleva a mil por hora y nos invita a estar ocupados todo el tiempo. Y eso muchas veces nos abruma de tal forma que por cumplir con nuestra agenda super ocupada, terminamos posponiendo nuestros momentos a solas con Dios, y así se nos pasa la vida... Sin dedicarle a Dios el tiempo suficiente como para conocerlo, porque no podemos estar quietos ni un segundo.


Y después nos quejamos de que el poder de Dios no se manifiesta en nuestras vidas, de que Él no obra, de que Él no hace nada para nosotros. ¿Acaso Dios nos debe algo? Claramente no, nosotros le debemos todo a Él. ¿Acaso Dios tiene la obligación de servirnos y hacer nuestra voluntad? Claramente no, somos nosotros los que debemos servirlo y hacer su voluntad (si es que nos comprometimos a eso).


Es cuestión de lógica:

¿Cómo queremos que Dios llene nuestro corazón si no se lo abrimos?

¿Cómo queremos que obre en nuestras vidas si nos falta fe? 

¿Cómo queremos mejorar nuestra relación con Él si no pasamos tiempo a solas con Él?

¿Cómo queremos que nos hable si no estamos dispuestos a escuchar?


"Es que el trabajo", "es que el estudio", "es que esto", "es que aquello", si buscamos excusas, siempre las vamos a encontrar.  Y lo digo por experiencia, porque cada vez que busco excusas, las encuentro. Porque eso de que "el que busca, halla" es bíblico. Pero el problema está en que no buscamos lo correcto; buscamos excusas en vez de a Dios.


Pero Él nos tiene tanto amor, tanta misericordia, y tanta paciencia, que no nos condena por eso. Dios entiende que tenemos obligaciones y actividades que cumplir, pero Él también anhela pasar tiempo con nosotros. Él muchas veces nos llama, nos busca, nos hace saber que está ahí, pero lo ignoramos. La pregunta es: ¿nosotros realmente queremos pasar tiempo con Él?


Él en su palabra nos invita a HACER UNA PAUSA, DETENERNOS POR UN SEGUNDO, Y CONOCERLO:

"Estad quietos, y conoced que yo soy Dios" Salmo 46:10.

¿Por qué estar quietos? Con esto no quiere decir que estemos de brazos cruzados sin hacer nada, sino que por un momento nos detengamos, hagamos una pausa, y contemplemos su gloria y soberanía. Se refiere a que descansemos, y recordemos que Él tiene el control y no nosotros. Se refiere a que no nos afanemos ni preocupemos por nada, sino que confiemos plenamente en Dios y en quien Él es.


¿Y por qué conocerlo?

Porque al conocer a Dios, conocemos más de su esencia, de su carácter, de su amor y de su poder, que tanto nos hacen falta. Y al conocer su soberanía, podemos recordar lo pequeños que somos nosotros y lo grande que es Él, lo débiles que somos nosotros y lo fuerte que es Él, lo malos que somos nosotros y lo bueno que es Él.

Al conocer a Dios, recordamos que Él tiene el control de TODO.

Al conocer a Dios, hallamos respuestas a muchas preguntas.

Al conocer a Dios, pasamos a ser verdaderamente libres y felices, y a encontrar nuestro propósito en este mundo. 

Al conocer a Dios, más incrementa nuestro deseo de aprender de Él y de que Él nos transforme...

Porque al conocer a Dios, verdaderamente nos terminamos ENAMORANDO.


Todos tenemos responsabilidades, siempre algo que hacer, pero recordemos que nunca viene mal hacernos un tiempo para Dios. Cuando necesitamos a Dios, Él está siempre para nosotros. ¿Por qué no empezar a dedicarle un poquito más de tiempo? ¡ES DIOS! ¿Se puede pedir algo mejor que su presencia? Absolutamente no.


Dios quiere conocerte, la pregunta es: ¿tú también quieres conocerlo?

No hay comentarios: