INVITADO ESPECIAL: ADRIEL ROMERO
Luego de una larga jornada, ya terminada la rutina diaria, en la tranquila noche pensé:
Como seres humanos, cada día que pasa queremos ir agregando cosas a nuestra vida, perfeccionarnos. Muchas veces vamos tan deprisa que queremos todo de un instante a otro, no nos detenemos a reflexionar, por lo que fallamos por apurarnos y no pensar antes de actuar.
Por ejemplo, entregamos el examen muy rápido y no revisamos nuevamente cada detalle, o tomamos un café caliente muy rápido y nos terminamos quemando.
Muchas veces me hacía estas preguntas:
¿Cuándo obtendré lo que tanto busco y deseo?
¿Por qué tarda tanto?
¿Será que es correcto esto que estoy por hacer?
Mis amigos/as encontraron novio/a, ¿cuándo me tocará a mí?
¿Será que es el tiempo hoy, mañana?
En respuesta a eso, en la biblia encontré un pasaje que se encuentra en Eclesiastés capítulo 3:
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: Tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado, tiempo de matar y tiempo de curar, tiempo de destruir y tiempo de edificar, tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de hacer duelo y tiempo de bailar, tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas, tiempo de abrazar y tiempo de abstenerse de abrazar, tiempo de buscar y tiempo de perder, tiempo de guardar y tiempo de tirar, tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de callar y tiempo de hablar, tiempo de amar y tiempo de aborrecer, tiempo de guerra, y tiempo de paz. Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad en el corazón del hombre, sin que este alcance a comprender la obra hecha por Dios desde el principio hasta el fin" Eclesiastés 3:1-8, 11.
En este hermoso pasaje Dios nos dice: tranquilo, paciencia🤚🏻 Nos invita a que esperemos en Él, porque si Dios creó los cielos, la tierra y todo lo que en ellos hay, (tal como encontramos citado en el primer libro de la biblia Génesis) todo se hizo en un tiempo determinado y a la perfección, y si así hizo con los cielos, Dios lo hará también con nosotros si nos dejamos guiar. Cada cosa tiene o tuvo su tiempo, con un orden, debemos respetarlo. Si entregamos nuestra vida a Dios, y hacemos su voluntad, nuestra vida será más ordenada imitando a su hijo Jesús.
¡Sea lo que fuere que pidamos, debemos aprender a esperar en sus tiempos que son más que perfectos!
Dios los bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario