domingo, 10 de enero de 2021

¿QUÉ ESTÁS HACIENDO CON TU TIEMPO?

El tiempo es de las cosas más valiosas que podemos tener. Tiempo que se va no vuelve. Todos tenemos la misma cantidad de días, horas, minutos y segundos en el día. A todos se nos da la misma oportunidad, nadie tiene más de 24 horas por día. Entonces, te preguntarás, ¿si todos tenemos la misma cantidad de tiempo, por qué hay gente que, sea en el área que fuere, tiene mejores resultados que nosotros? Bueno, la respuesta está en CÓMO administran su tiempo. ¿Lo desperdician o hacen un buen uso de él?


Descartando algunas excepciones (como casos en los que se obtienen buenos resultados pero con malos actos -lo cual de todos modos nunca termina bien-), quiero poner algunos ejemplos lógicos y generales que nos ayudarán a entender la idea principal:

¿Por qué hay personas que tienen mejor salud que la nuestra? Porque dedican tiempo a cuidarse.

¿Por qué hay personas con mejores resultados académicos que los nuestros? Porque se esfuerzan el doble y dedican buen tiempo a sus estudios.

¿Por qué hay personas que prosperan más rápido económicamente? Porque se esfuerzan y trabajan el doble, o más inteligentemente, administrando bien su tiempo.

¿Por qué hay personas que andan mejor espiritualmente y tienen una mejor relación con Dios que nosotros? Porque le dedican tiempo a Dios y se esfuerzan por buscarlo y agradarle.

Y así podría seguir con miles de ejemplos más, pero creo que ya se entendió la idea: todos hacen buen uso de su tiempo, y todo eso que siembran, cosechan.

 

La pregunta del título es una invitación a que todos reflexionemos sobre cómo estamos administrando nuestro tiempo.

¿Qué estamos haciendo con el tiempo que se nos da? ¿Lo estamos invirtiendo bien?

¿Estamos esforzándonos en nuestros estudios para poder un día lograr ese título y trabajar de lo que nos apasiona?

¿Estamos cuidando nuestra salud para el día de mañana evitar contraer enfermedades?

¿Estamos ahorrando dinero, en vez de malgastarlo, para conseguir aquello que tanto queremos?

¿Estamos esforzándonos en nuestro trabajo para subir de puesto o para un día tener nuestra propia empresa?

¿Estamos trabajando en nuestros defectos para ser cada día una mejor versión de nosotros?

¿Estamos preparándonos para el día de mañana formar un hogar cristiano?

Pero más allá de todo lo anterior, lo más importante:

¿Le estamos dedicando un buen tiempo a Dios? ¿Hay espacio para Él en nuestra agenda tan ocupada? ¿Realmente nos estamos esforzando por conocerlo y agradarle cada día más? ¿Estamos verdaderamente cuidando nuestra relación con Él? ¿Estamos realmente preparándonos para su venida? Estas son las preguntas que más nos deberíamos de hacer.

 

Algo que no debemos olvidar y debemos recordar todos los días es que JESÚS VIENE PRONTO. No sabemos exactamente cuándo, porque no nos corresponde saberlo, pero puede venir EN CUALQUIER MOMENTO y ¡por eso debemos estar preparados! Puede que venga mañana, esta semana, el mes que viene, de acá a 10 años o de acá a 100 años, pero que viene, viene. Y estoy segura de que ninguno de nosotros quiere quedarse acá en la tierra padeciendo y sufriendo lo que este mundo sufrirá (como consecuencia de su pecado y su maldad que crece más cada día).

¡Aun estamos a tiempo de arrepentirnos de nuestros pecados, de pedir perdón y de reconciliarnos con Dios! Pero “el tiempo es corto; (…) porque la apariencia de este mundo se pasa” 1 corintios 7:29-31, y debemos aprovecharlo para estar cada día más y más cerca de Dios.


¡DESPERTEMOS, NO DURMAMOS, EL TIEMPO ES ORO, NO LO DESPERDICIEMOS, LO APROVECHEMOS!

“conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos” Romanos 13:11.


Las cosas de este mundo como trabajo, estudios, casa, auto, incluso una pareja, todas esas cosas son necesarias para vivir acá en la tierra pero no son verdaderamente importantes, todo eso es temporal, un día se acabará, lo más importante aquí es NUESTRA SALVACIÓN, ¡LA SALVACIÓN DE NUESTRAS ALMAS!


Es muy lindo poder tener un buen pasar económico, salud y una hermosa familia, y si lo podemos tener, gloria a Dios, ¡lo disfrutemos! Pero no descuidemos la salvación de nuestras almas, no descuidemos nuestra relación con Dios. Perdonemos a quien debamos perdonar, amemos a los demás, seamos compasivos, empáticos, generosos, marquemos la diferencia, seamos luz en este mundo, actuemos como Jesús, hablemos de Jesús, ¡reflejemos a Jesús con nuestros actos! ¿Qué estamos esperando?


Sigamos el consejo que nos deja el apóstol Pablo:


 “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” Efesios 5:16

 

Lo mejor que podemos hacer con nuestro tiempo es dedicárselo a Dios. Obviamente esto no significa que vamos a estar las 24 horas del día orando, alabando y yendo a la iglesia, porque Dios sabe que somos humanos, de carne y hueso, que nos cansamos y que no podemos estar así todo el tiempo, además Él entiende que nuestras obligaciones terrenales requieren su tiempo también, pero Dios es un Padre tan bueno y amoroso que con que le dediquemos aunque sea unos minutos al día, Él ya es feliz.

Aunque sea unos minutos por día, Dios valora mucho eso. El tiempo invertido en Él no es ninguna pérdida, al contrario, es ganancia. Y si somos constantes, quizás empezamos con 10 minutos por día, pero esos 10 minutos luego serán 20, después 30, y así la cantidad irá aumentando hasta que felizmente sin darnos cuenta le terminemos dedicando horas, debido a lo hermoso que es estar en su presencia y llenarse de Él; porque de hecho esa es la consecuencia natural de conocerlo, cuanto más tiempo le dedicamos, más nos enamoramos de Él y más anhelamos servirle y agradarle.

Por supuesto todo esto sin descuidar nuestras obligaciones terrenales, es solo cuestión de organización, equilibrio y determinación. Sin embargo, miren hasta dónde llega la misericordia de Dios, tan bueno y amoroso, que hasta nos bendice mucho más que antes en esas obligaciones terrenales, es decir, Él bendice doblemente nuestros estudios, finanzas, trabajo, relaciones, etc, como recompensa de haberle dedicado tiempo a Él; tal como escuché una vez: “ocúpate de los asuntos de Dios y Él se ocupará de los tuyos”, y tuve la dicha de no solo escuchar eso, sino también experimentarlo.

 

A continuación les dejo algunos consejos en cuanto a lo terrenal, que espero les sean muy útiles y de bendición, pero recuerden que nuestro enfoque no debe estar en lo terrenal, que es PASAJERO, sino en nuestra salvación que será ETERNA.  


BREVES CONSEJOS SOBRE:

DINERO:

¿Necesitas más dinero para pagar tus deudas y comprar aquello que tanto sueñas? Entonces ORA y esfuérzate. Dedica tiempo. Trabaja de manera inteligente. Ahorra e invierte cada centavo. Multiplica tu dinero. No gastes en aquello que no necesitas. Antes de comprar algo, hazte esta pregunta: ¿Puedo vivir sin esto? Y cuando veas que es un gasto innecesario, notarás cómo tus ahorros empezarán a crecer y así un día llegarás a tu objetivo. Pero debes ser disciplinado a la hora de usar tu dinero, no malgastes, sino nunca saldrás de tus deudas y nunca podrás comprar aquello que tanto quieres o que tanta falta te hace. Dios provee, pero debes ser prudente y disciplinado.

TRABAJO:

¿Tu trabajo te cansó o directamente no tienes trabajo y quieres un trabajo nuevo? Dedica tiempo a orar a Dios. Pero también sal a buscar trabajo. Él te abrirá puertas en el lugar correcto y lo sabrás. Pero tú también haz tu parte, no te quedes sentado esperando que llegue el trabajo, ora y sal a buscar y Dios recompensará tu búsqueda. Y cuando tengas el trabajo, valóralo, cuídalo, agradece a Dios por el y TRABAJA. Da lo mejor de ti. Si Dios te apareja tener una empresa, sé el mejor jefe, y si te apareja un empleo, sé el mejor empleado. Pero en todo lo que hagas, esfuérzate por ser el mejor y dar lo mejor de ti para incluso bendecir a otros e inspirarlos a que hagan lo mismo. 

ESTUDIOS:

¿Quieres estudiar algo pero no sabes qué? Dedica tiempo a la oración y sigue averiguando, preguntando, investigando, porque algo para ti tiene que haber, y sobre todo pídele a Dios que te guíe y te de sabiduría para escoger correctamente tu carrera e incluso el lugar en el que vas a estudiar. Si le pides a Dios con fe, Él te va a responder. Créeme que si le encomiendas a Dios tus estudios, te ahorrarás muchos años de duda, sufrimiento y estrés en una carrera que no es para ti, porque Dios te hará saber cuál es la carrera que quiere que estudies, con la cual no sólo trabajes profesionalmente el día de mañana sino incluso le sirvas y le des gloria a Él.

SANIDAD

¿Estás enfermo? ¿Tienes alguna enfermedad terminal? ¿Tienes alguna enfermedad que la ciencia no puede curar? Entonces ORA. HABLA CON DIOS. PÍDELE CON FE, ÉL PUEDE HACER UN MILAGRO EN TU VIDA. ÉL TIENE PODER PARA SANARTE, PUES ES EL MÉDICO DE LOS MÉDICOS. Pero dedica tiempo a ORAR, y sobre todo CONFÍA, no desistas, si la voluntad de Dios es sanarte, Él lo hará en el momento justo. Él nunca llega tarde, Él siempre llega en el momento perfecto.

PAREJA

¿Te gusta alguien? No te apresures. Tómate tu tiempo para conocer bien a esa persona, conócela en todas sus facetas y fíjate si de verdad quisieras pasar el resto de tu vida con ella; y sobre todo, dedica tiempo a orar y ayunar para que Dios te haga saber si esa persona es la que Él eligió para ti o no. Y último pero no menos importante, recuerda que una pareja complementa, pero solo Jesús completa; y si sientes un vacío en tu corazón, recuerda que ninguna persona podrá llenar ese vacío más que Jesús. Él es todo lo que necesitas, dedica tiempo a buscar primero su reino y lo demás será añadido en el momento justo. (San Mateo 6:33)

 

CONSEJO FINAL: En síntesis, sea lo que fuere que quieras hacer, DEDÍCALE TIEMPO A LA ORACIÓN. Allí hallarás las respuestas correctas. Habla con Dios, cuéntale lo que necesitas, pídele pero también agradécele, y sobre todo cuando ores pídele que se haga SU VOLUNTAD y no la tuya, porque solo Él sabe lo que es mejor para ti. Y si dejas a Dios actuar y confías en Él, entonces prepárate para recibir mucho más de lo que pides. 

 

Espero estos consejos sean de mucha utilidad y ayuda para sus vidas.

¡Dios los colme de bendiciones!

No hay comentarios: