domingo, 26 de julio de 2020

UNA Y OTRA VEZ


Invitada especial: Melisa Moroni


Buenas tardes a todos, soy Melisa y agradezco este espacio, el día de hoy quisiera hablarles sobre EL EVANGELIO.


Creo firmemente que es necesario recordarnos a nosotros mismos una y otra vez el poder del mensaje del evangelio y lo que Dios hace EN nuestras vidas, CON nuestras vidas y A TRAVÉS de ellas. Y si aún no crees en esta verdad, espero que estas palabras puedan darte la libertad que a mí me dieron. 


Si tuviera que resumir el mensaje del evangelio en un par de líneas, sería algo así: 


Dios nos pensó aun antes de que estuviéramos en el vientre. Nos eligió y nos amó como nadie más lo hizo. Entonces, Él decidió entregar a su único hijo Jesús para que tú y yo pudiéramos ser libres del mal y empezar de nuevo. Jesús se sacrificó. Su pasión y muerte permiten que nuestros pecados y nuestro pasado mueran en la cruz, y que pasemos de la muerte y la esclavitud a la vida y la libertad. Esa sangre derramada te reclama como su hijo. Cuando tu vida fue comprada con su sacrificio, las cadenas de esclavitud se rompieron. En el momento en que tú aceptas esa verdad, Dios borra tu pecado y todo lo que te condenaba, y ya no lo recuerda más. El mal ya no tiene autoridad sobre ti porque Dios ya te hizo libre. Él te hace una persona completamente nueva. Y desde ese momento, su amor y presencia te acompañan adonde sea y cuando sea, hasta el fin, con la promesa de que si Él empezó la obra en ti, la va a terminar. Es importante también saber que en el camino estamos llamados a sacar a otros de esa esclavitud de la que por gracia Dios nos rescató, con Su verdad.


“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” 

San Lucas 19:10.


“Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” San Juan 10:10.


¡Gracias por leer, Dios los bendiga!


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