No sé si a ustedes les pasa lo mismo, pero a mí me gusta tener buenos argumentos de cada cosa que digo, creo o pienso. Me parece muy importante tener argumentos válidos que fundamenten mis ideas, acciones y convicciones. Es decir, ¿por qué pienso en eso, por qué creo en tal cosa, por qué hago esto? Y tener razones válidas para su justificación. Lo digo porque hay personas que a veces nos preguntan por qué creemos en algo y no sabemos qué responder. Eso me pasó varias veces, hasta que decidí buscar argumentos para justificar mis decisiones.
Habiendo aclarado eso, me gustaría empezar por el principio y contarles por qué decidí ser cristiana y predicar de Jesús. No fue porque desde chiquita me llevaron a la iglesia, (pues el hecho de tan solo ir a la iglesia no garantiza una verdadera relación con Dios), ni fue porque alguien me lavó el cerebro, ni fue porque me obligaron a creer. Todo lo contrario. Nunca me obligaron a creer, yo misma decidí hacerlo cuando me encontré con la verdad: Jesús y la historia de la humanidad.
Cuando logré entender quién es Jesús y qué pasó con la historia de la humanidad, ahí empecé a creer. Y encontré todo lo que necesitaba en la Biblia, que es nada más y nada menos que la palabra de Dios y el manual de vida de todo cristiano.
Aquí les dejo la historia de la humanidad resumida, es bastante larga y por eso la resumo, sin tantos detalles, para poder llegar al mensaje más importante que quiero dejarles.
1- Cuando Dios creó a los primeros seres humanos, Adán y Eva, Él les permitió que comiesen frutos de todo árbol excepto uno, el árbol de la ciencia del bien y del mal.
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” Génesis 2:16-17.
2- ¿Qué pasó? El diablo en forma de serpiente manipuló a Eva y ella convenció a Adán de comer un fruto de ese árbol. Desobedecieron, y por causa de esa desobediencia sufrieron la consecuencia: entró el pecado en ellos y de ahí a toda la humanidad.
“Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis, sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. Y vio la mujer que el árbol era (…) codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos” Génesis 3: 4-7.
Cualquiera diría: “todo culpa del diablo”, sí, tuvo muchísimo que ver, pero no fue toda la culpa suya sino también de Adán y Eva que debían obedecer y no lo hicieron.
3- ¿Qué pasó con la humanidad después? Algunos creían en Dios y guardaban sus mandamientos; pero no todos, como por ejemplo el Pueblo de Israel. Dios tuvo misericordia de ese pueblo y lo escogió para darles una oportunidad más de obedecer sus mandamientos y salvarlos del pecado. Él les dio muchas oportunidades, pero el pueblo de bien que estaba volvía a pecar, y la única forma de conmover el corazón de Dios para que perdonara sus pecados era ofreciendo en holocausto a un corderito puro y sin mancha.
"Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí. A los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios (...) Con cuerdas de bondad los atraje, con lazos de amor. Y fui para ellos como quien levanta a un niño contra su mejilla, y me inclinaba y les daba de comer. Entre tanto, está mi pueblo adherido a la rebelión contra mí. Aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere exaltar" Oseas 11: 1-2-4-7.
4- Pero Dios veía que la maldad y el pecado ya no sólo se apoderaban de Israel sino de todo ser humano en la tierra. Y fue tanto el amor y la misericordia de Dios por la humanidad que en vez de destruirla (porque pudo haberlo hecho) TODAVÍA le dio otra OPORTUNIDAD MÁS de arrepentirse de sus pecados y obtener su PERDÓN. Y no solo al Pueblo de Israel sino a todo ser humano ¿Cuál fue esa oportunidad? JESUCRISTO.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él crea no se pierda, mas tenga vida eterna" San Juan 3:16.
5- JESÚS, HIJO DE DIOS, ERA EL ÚNICO CORDERITO PURO Y SIN MANCHA CAPAZ DE CARGAR CON TODO EL PECADO DE LA HUMANIDAD. (De ahí que se le dice CORDERO DE DIOS).
"Juan vio a Jesús que venía hacia Él y dijo: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" San Juan 1:29.
6- JESÚS se sacrificó dando su vida (porque Él mismo la dio, nadie se la quitó) "porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre" San Juan 10:17-18, para que todo ser humano existente que creyera en su sacrificio pudiera obtener el perdón de Dios y heredar la vida eterna (que no significa ser inmortales sino que una vez que partamos de esta tierra podamos ir al cielo y vivir eternamente con Dios) "yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" San Juan 10:10.
Y su sacrificio fue una vez y para siempre, y para todo ser humano en el pasado, en el presente y en el futuro. Desde ahí que ya no es necesario ofrecer holocaustos de corderitos.
"(...)Jesucristo el justo, Él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo" 1 Juan 2:1-2.
"Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día como aquellos sumos sacerdotes de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo" Hebreos 7:26-27.
"(...) y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena, de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora (...) se presentó una vez y para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado" Hebreos 9:25-26.
7- Pero no quedó ahí, JESÚS RESUCITÓ y volvió al cielo con Dios. Pero mandó al Espíritu Santo como nuestra guía y Consolador. Y todo aquel que crea en esto y reciba a Jesús en su corazón, recibe también a Dios y a su Santo Espíritu, porque los TRES son UNO (de ahí el concepto de TRINIDAD).
"Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de mí". San Juan 15:26.
"Y yo rogaré al Padre para que os de otro Consolador, que esté con vosotros siempre" San Juan 14:16.
Una vez que descubrí esto no pude ignorarlo, entonces acepté a Jesús como mi Salvador. Entregué mi vida a Dios y hoy puedo decir que es la mejor decisión que tomé en mi vida. Aprendo de Él todos los días y ciertamente he vivido y sé que seguiré viviendo cosas maravillosas a su lado.
"Oh SEÑOR, tú eres mi Dios; te ensalzaré, daré alabanzas a tu nombre, porque has hecho maravillas, designios concebidos desde tiempos antiguos con toda fidelidad" Isaías 25:1.
A Él sea la gloria por siempre.
1 comentario:
Hermoso mensaje devocional para nuestras vidas, recordándonos el maravilloso plan de Dios para con nosotros y llamándonos a recomponer nuestra relación con él 🙌
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